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Mostrando entradas de 2020

The question

"They are just there, in the open. No fence, no net, just a basketball pitch full of negroes". The officer wasn't alone, he and his colleague have stopped at the deck to eat their McDonald dinner inside the car, but he didn't care. He knew they both had the same thinking; they had never argued about his comments before. "You are a fine beaner, Vasquez". And they kept eating.  When they both finished he said "let's go and play a visit", started the engine, and drove off to the basketball pitch.  The ball had bounced off the court and he parked the car above it. He saw the young man that ran after it stopping a few meters away. "Is there any problem boy?". The young man shook his head. "Are you sure?". No answer. "Why did you come towards the car, boy?". The rest of the friends were waiting in the court, watching silently. "Speak boy!". "Excuse me, officer, I just wanted...". "What?! Speak lo

Confesión de un Perogrullo

Mi nombre es Pedro, un nombre muy común en mi tierra. Y en mi familia. Así que para distinguirme empezaron a llamar Pedro Grillo. Posiblemente no me conozcáis, pero mis escritos sí: "si trae perro, átelo fuera, si no, no" o "abrimos cuando llegamos, cerramos cuando no estamos".  Desde pequeño mi madre nunca me ha dejado estar en el campo ni en la huerta. Ponía la excusa de que una vez casi me abrí la cabeza tropezando con una manzano (o algo así) y, desde entonces, ni un pie puedo poner en las tierras. Cada vez que iba a darle un recado me gritaba "Pedro Grillo sube pa'riba que pa'bajo no puedes ir". Por hacer la gracia, todo el mundo empezó a llamarme Perogrullo, y desde que a mi madre se le escapó, ya no recuerdo el día en que se refirieran a mí por mi verdadero nombre.  Me dedico a escribir relatos cortos porque no son largos, y me hago de oro. Intento que sean comprensibles, que mi familia y amigos puedan leerlos, pero no es tarea fácil; a vece

Thoughts in a church

Why should I be happy? Because I'm privileged? There are others better off than me. Look at all those. Living their life as if nothing bothers them. My food is running low and I don't think going out is a good idea. It took me ages to get this position, next to the big high stained glass window, where everything is red, even the rain and the thunders.  I know they observe me from the shadows. They are waiting for me to leave, Bout this is my home now. Mine. Only mine. Jokes on them 'cause I'm injured and I cannot even walk. I can see a spider but it's far. I'll wait until it comes closer.  I hear the noise coming from the ground floor. Someone has open the door again. If I could move, I would quickly go out and get food and water. But I'm still not strong. If I would have to fight when I return, I would lose. I cannot leave my little red world. I'll wait for another spider to come.  I can feel their eyes on me. And I hear the creeks on the wood when they

An apology

He was driving through the desert, following the violet and pink sunset. He just killed a man and he didn't care. Or did he? It happened in a cave. He had followed his target there.  -What are you doing here? -We need to talk.  -I told you I'm still mad about the other night. Now go away, I have to work.  -I don't get what you are going to take pictures of here. This place is dead.  -I have to go into the cave, it's for the "in the dark" photography project. You know, the professor is a bit of an asshole.  -Am I? Then at least let me help with the equipment.  They went together, once at the entrance they used the torch of their phones to walk through a few galleries.  -Here is ok.  -Can you stop that for a second and hear me out? -What is to hear? You ridiculized me in front of my friends and treated me like shit.  -What did you want me to do?! I was with my friends too. I couldn't  -Couldn't let them know that we fuck? That you prefer me than your wif

Un sueño raro

-No suele empezar de la misma manera, pero sí con el mismo... patrón. Estoy con gente que me recuerda a los del trabajo pero siento como si fueran mis amigos de toda la vida. En algún momento vamos todos a hacer una ruta por una cueva sumergida. No muy hondo, lo justo para tener que bucear unos metros, pero hay que ir de uno en uno, así que cuando me toca a mí, nado lo más rápido que puedo. En el túnel me empiezo a sentir nerviosa, el agua es muy negra y apenas puedo ver, me guío tocando las paredes. De repente el agua clarea y sé que he llegado, pero no distingo la superficie. Veo una esfera llameante muy pequeña, azul, que se acerca lentamente. Es preciosa y me hace sentir muy bien; como que me pertenece, ¿sabes? Empiezan a aparecer más y más; me siento feliz de verlas. Pero cuando intento tocar una desaparece. Me asusto e intento tocar otra, esta también se va. Persigo todas las llamas pero cada vez se desvanecen incluso antes de que llegue a ellas. Me empieza a entrar pánico y sien

Rechazo con seriedad

Estimado TED,  Provengo de uno de los linajes más antiguos de caza-vampiros y me gustaría dar una charla sobre el futuro de mi profesión.  Quisiera empezar con una anécdota sobre un encargo que tuve no hace mucho. Recibí un email sobre alguien que creía que su vecino era un vampiro: chico alto, delgado, pálido, que nunca salía de día y, una vez a la semana, un grupo de personas de aspecto similar iban a la casa, pasaban dos días encerrados y luego se marchaban por la noche. Esto no eran pruebas suficientes pero el trabajo escaseaba, así que decidí darme una vuelta. Hay que decir que, nosotros caza-vampiros, no cobramos, hacemos esto porque es nuestro deber, así que cuando digo que el trabajo escaseaba, me refiero a mi trabajo fachada de agente inmobiliario. Llegué a la casa sobre el atardecer, aseguré la zona y esperé. Cuando la primera luz se encendió, me acerqué a la ventana para observar por la rendija de las cortinas qué estaba pasando.  Lo que vi no fue nada nuevo: un grupo de gen

Diálogo de besugos

-¿Es tu o tú? -¿Qué? -Me escribiste "llora, tu, fracaso", y te estoy preguntando si es tu o tú? -¿Yo? -No, no tú.  -Si yo no, entonces tú.  -Entonces es tú.  -Tú me has dicho tú.  -No, yo te he preguntado si tu o tú.  -Yo. -¿Tú qué? -¿Yo qué de qué? -Si es tu cambia mucho la cosa.  -¿Y eso? -Porque tú de ti es que me quieres decir que estás mal y quieres que escriba algo relacionado contigo.  -¿Y tu de tú? -Tu de mí es que me estás diciendo que soy una fracasada tan fracasada que debería echarme a llorar. ¡Y ya te digo yo que no es tu porque aquí la fracasada eres tú porque ninguna amiga llama fracasada a la otra aunque esta sea fracasada! -¿Qué? -Nada... -Vale... -Entonces, ¿es tu o tú?

Gnocchi war

In the world of Cookland, there were two main cities: Bakyland and Saltown. The first one is were all sweet and soft ingredients lived, and the second one, the salt and sour. For centuries both cities have hated each other. Bakyland ingredients were too narcissist and they were always making fun of Saltown because even the same ingredients were more ugly there! To take revenge on them, Saltown ingredients were always trying to ruin their beautiful creations and, with time, they built a transparent wall that would separate them. It had to be transparent, otherwise, how would they be able to hate each other? But there was one thing that both cities despised more than each other: the Hand!  From time to time, a mysterious gigantic hand would appear from the sky, grab some ingredients, disappear between the clouds, and they never saw them again...  They learnt to live with it but every time it would appear, chaos would rule both towns. The major problem was that the Hand would only take th

Sentencia indirecta

Mi madre me dijo que rebuscando entre los álbumes, encontró algunas fotos de cuando jugaba al baloncesto. Le pedí que me las enviara por email pero todavía no me he dignado ni a encender el portátil.  La verdad es que no me hace falta ver las fotos para recordar esos tiempo. Honestamente, nunca fui muy buena, y tampoco me sentía muy integrada en el equipo, pero había algo en ese deporte que me hacía disfrutarlo como si no hubiera mañana.  Nunca olvidaré aquel partido en el que fui la estrella. arqué once puntos, di seis asistencias y corría como el viento de un lado a otro sin cansarme. Lo mejor fue la ovación de mis entrenadores cuando, haciendo una entrada, conseguí esquivar la defensa y hacer una preciosa bandeja por un lado que nadie se esperaba.  Después me aburría, me cansé del equipo y decidí que no merecía la pena esforzarme en algo que no me iba a llevar a ningún sitio. Supongo que aquel partido fue la sentencia, porque no recuerdo mucho más de la temporada después de ello. La

Apocalipsis Corona

Día 1 del Apocalipsis Corona (A.C.): El gobierno por fin ha decidido que todo el mundo se meta en su puñetera casa. Yo y mi compañera llevamos encerradas semana y media. Mi novio se nos ha unido hoy. Ha estado dos semanas en su pueblo aislado, pero casi se me vuelve majareta, así que le dije que se viniera. Lo que me faltaba era tener drama todos los días porque allí solo podría hablar con las motas de polvo.  He decidido que todos los días escribiré algo aquí, a modo de diario. Quién sabe, quizás después de toda esta locura si lo presento a concurso me den un premio.  Día 3 del A.C.: Llevo seis meses viviendo con mi compañera y solo ahora he descubierto sus horarios de comida. Lo que no sé es dónde mete los platos sucios o qué es lo que come. Solo la he visto preparar bagels , congelados y pasta con tomate. Un día se tiró tres horas para hacer sushi . Si sigue así, ya sabemos quién no va a durar cuando los congelados se acaben.  Día 5 del A.C.: En dos días habrá pasado una semana desd

El universo tiene la culpa

Tengo hambre, me pica la rodilla y el ordenador se ha quedado pillado. Otra vez.  Ha pasado una semana y media desde que me rompí el menisco y estoy que me tiro de los pelos. Para ser un huesecillo tan pequeño, se lo han pasado de maravilla poniéndome la escayola desde el muslo hasta los dedos del pie. En mayo. Con la calóh . Todo porque le fui a dar una patada al balón y el universo pensó que sería divertido jugar conmigo.  Me levanto a las once de la mañana, me pongo el pijama o chándal y con las muletas voy a trompicones hasta el salón, donde me apalanco en el sofá hasta la noche. Ir al baño es una odisea, así que procuro no beber mucho, y he desarrollado una técnica para rascarme debajo de la escayola con un matamoscas, pero si quiero alguna otra cosa, dependo enteramente de mi padre. Con suerte trabaja desde casa, pero no es cuestión de molestarle cada dos por tres. Así que en cuanto me dejo caer en el sofá, y mi pierna está en posición, me da el portátil, un libro y el desay

Últimos segundos

Eran las dos de la madrugada, estaba leyendo El visitante , de Stephen King, y se estaba muriendo de miedo. Secuestró a Bobby, un gato tan viejo que no se molestaba ni en cazar el ratón que merodeaba la casa desde hace días, pero su calor y sus ronroneos la aliviaban un poco.  Casi le da un ataque al corazón cuando la alarma de un coche aparcado en la calle empezó a sonar. Saber de dónde venía el sonido no la tranquilizó mucho más. ¿Y si alguien lo estaba robando? ¿Debería llamar a la policía? O peor aún, ¿y si era el monstruo del libro, que viene a por el sufrimiento de sus lectores como en las películas japonesas? Quería ir a asegurarse de si el cerrojo estaba echado, pero, si se levantaba, Bobby se iría molesto y no podía permitirse estar completamente sola. Había pensado irse a dormir pero estaba aterrorizada; además, las escaleras para ir a su cuarto hacían volar su imaginación.  ¿Y si estoy subiendo y aparece algo, me caigo de espaldas y me rompo el cuello? ¿O consigo subir

Pequeña oda

"Hasta mayo no te quites el sayo", dice mi madre. Tiene razón: finales de abril, día soleado, cielo azul y libre de nubes, pero aquí estoy, tapándome las piernas con la manta y pensando en él.  Hoy le volveré a ver. La alegría que siento es indescriptible. Es tan refrescante. Desde hace años nos hemos ido encontrando con menos frecuencia; ya ni recuerdo cuándo fue la última vez. Quizás cuando hice una cantidad ingente de ensaladilla rusa. Él no podía faltar.  Al principio es frío, congelado, pero unos segundos bajo el agua y puedo sentir cómo su piel se va suavizando y se vuelve carnoso con esas curvas infinitas.  No puedo esperar a tenerle en mi boca, sentir cómo explota dentro de ella, desgarrar su piel y saborear su carne.  Oh, guisante, esta noche, cuando aparezcas en mi plato, le seré infiel al puré de patatas. 

His, him, he

Describe dream home. And she spent days and days thinking about it. And only one image appears. The smell of his hair. And she started to wonder. About his dimples. His cheeks. His squicking laugh. His head on her chest. His hand covering her face. Him smelling her hair. Him touching her legs. Him covering her at night. Describe dream home. But she couldn't. As it was him. And he was ineffable.

Rosa

Las nubes se movían en el cielo con el mismo letargo que el mundo estaba obligado a tener. No se escuban coches, ni gente, ni obras. Ella sólo oía el "click, tac" de su boli multicolor. Siempre el botón azul; arriba y abajo. Llevaba un rato ensimismada mirando por la ventana, sin ver nada, sintiéndose llena de emociones vacías. Ayer lloró en la oscuridad del baño durante media hora, pero no sirvió de mucho; se fue a dormir y empezó a soñar como llevaba haciendo el resto de la semana: sin descanso.  Una luz brillante la despertó, calentado sus mejillas. Respiró profundamente y el olor a mar inundó sus pulmones. Abrió los ojos a una preciosa puesta de sol. A su lado estaba uno de sus mejores amigos, con una mirada nostálgica.  -¿Eres feliz aquí? -Preguntó ella.  -Sí. Mucho.  -¿Por qué? No hay nada.  -¿De qué sirve tener cosas que te hacen triste? Aquí, todo los días tengo estas puestas de sol... y el mar... y el rosa...  -¿Y tu ambición? -¿De qué me vale? Vol

Estudiando inglés

- ¿Cómo se lee esta palabra: a, we, so, me? - ¿Qué dices? A ver... ¡Osom! No, awesome. - ¿Y qué significa? - Increíble, alucinante. - Ajá... Uf, cómo odio estos ejercicios, ojalá no fuera tan difícil aprender otro idioma. Yo no sé como lo haces tú. - Tranquila, cuando te mudes allí será más difícil aún. - Vaya, gracias. ¿No se supone que es al revés? - Más quisiera. Mi cerebro es una papa ya; no sé ni qué idioma hablo. Todos se mezclan. Y ahora que estoy aprendiendo italiano, se junta con lo poco que recuerdo de francés y, hala, ¡a volar! - Uff, qué pereza. - Hablando de italiano, ¿cómo te va con tu amoricetto? - ¿Mi qué? - Tu amorcito, hija. ¿Cómo te va con tu novio? - Pues no va. - ¿Cómo que no va? ¡¿Desde cuándo?! - Pues desde hace un mes. Se le incrustó una bala. - ¡¿Qué?! - Te acuerdas de que se había ido a Estados Unidos a un programa de intercambio... Bueno, no de intercambio, sino para practicar el idioma, en una reserva de yo qué sé dónde. Que ya ves tú, no sé

La bolsa

Ramón se encontraba tan solo, que su estornudo retumbó por todo el pasillo. Como todos los días a las cinco de la mañana, se levantaba, vestía la túnica y cruzaba todo el palacio episcopal hasta la iglesia para rezar sus oraciones. Una vez terminadas, se dedicaba el resto de la mañana a limpiar. Esta vez, preparándolo todo para la llegada del obispo y el resto del clero de su viaje a la capital, al "XVIII Congreso Anual de la Biblia: la novela del corazón".  Ramón no era realmente religioso; vivía en el palacio porque su madre, que sí lo era, lo había mandado ahí hasta que "Dios le librara de sus ladillas de una vez por todas". No sabía si era por todas las cosas que dejaba por medio, por echarse siestas en la hora de la oración, por sus ruidosos estornudos, o porque le gustaba llevar entre su largo pelo una cucaracha llamada Peter, pero no le caía muy bien al clero. Así que cuando podían, lo mandaban a cuidar el jardín más lejano con la esperanza de que se que

Pre-cuarentena

Otro día de curro, otro día de desgana. Hoy toca espaguetis con tomate y queso; no me apetece cocinar. Me pregunto qué narices hacen cortando tantos árboles al rededor de la obra de construcción. ¡Que los necesitamos, imbéciles! El cielo gris y la atmósfera lúgubre no ayudan. No recuerdo cuándo fue el último día que vi el sol. Normal que esté de bajón. Normal que mi compi del curro esté siempre enferma: entre lo que come y la falta de vitamina D. La gente se está volviendo loca con el coronavirus y no entiendo el porqué. Lo que no engorda te hace más fuerte. Siempre. Ya voy tarde. Estoy cansada, todos los días así, da igual lo temprano que me levante. Han pasado ya dos semanas desde que eché la solicitud. Ben me preguntó si era lo que quería hacer, dije que sí; pero no sé cuánto de verdad hay ahí. Tan solo quiero estar con él. Otra clase en la que tengo que gritar. ¿Por qué la gente es tan estúpida? Quiero irme a casa. Ojalá mis espaguetis estuvieran calientes. Tres compañeros enfermo

The yellow sea

From the top of the hill, I could see how the wind was feeding the fire that was destroying our sunflower fields.  Everything red. Everything black.  I wish I could say that after it I was working side by side with my family, to transform this catastrophe back into our beautiful yellow sea. But the truth is that I have no hope. My dad came into my bedroom after two days. He opened the curtains. I turned around; I didn't want to see the burnt landscape.  -You cannot stay here forever... An extra pair of hands would be very useful.  How could he say that? -Nothing will ever grow there anymore.  -Now, that's not the right attitude, isn't? He sat next to me, sighed and stroked my hair.  -I tell you what. You need to use your imagination and pretend that there is a tiny fairy world underneath all the coal, and we need to save them so... -I was the one who started the fire.  The words came out of my mouth bluntly. He didn't say anythin