Apocalipsis Corona

Día 1 del Apocalipsis Corona (A.C.):
El gobierno por fin ha decidido que todo el mundo se meta en su puñetera casa. Yo y mi compañera llevamos encerradas semana y media. Mi novio se nos ha unido hoy. Ha estado dos semanas en su pueblo aislado, pero casi se me vuelve majareta, así que le dije que se viniera. Lo que me faltaba era tener drama todos los días porque allí solo podría hablar con las motas de polvo. 
He decidido que todos los días escribiré algo aquí, a modo de diario. Quién sabe, quizás después de toda esta locura si lo presento a concurso me den un premio. 

Día 3 del A.C.:
Llevo seis meses viviendo con mi compañera y solo ahora he descubierto sus horarios de comida. Lo que no sé es dónde mete los platos sucios o qué es lo que come. Solo la he visto preparar bagels, congelados y pasta con tomate. Un día se tiró tres horas para hacer sushi. Si sigue así, ya sabemos quién no va a durar cuando los congelados se acaben. 

Día 5 del A.C.:
En dos días habrá pasado una semana desde que mi novio vino y desde que no nos dimos ni un beso. Queríamos esperar los siete días para estar seguros de que ninguno teníamos nada. En dos días me viene la regla... Ni en el apocalipsis nos da un respiro. 

Día 8 del A.C.:
Al principio de todo esto decidí que iba a mantener el comer bien y que le dedicaría más tiempo a cocinar, incluso que haría algún bizcocho o brownie. Mi compañera me sigue diciendo que apenas hay comida en el supermercado y que lo único que la gente no compra son alcachofas; veo que no soy la única que las odia. A nosotros dos todavía nos queda mucha comida, pero las verduras y fruta no durarán más de cinco días... Mejor dejo la pastelería para después de la cuarentena. 

Día 13 del A.C.:
Odio esa manía que tiene mi novio de decirme que busque cosas para hacer. Estamos encerrados, déjame rascarme el coño a gusto. ¿Todo el planeta está ralentizado pero yo tengo que seguir al 100%? Sí hombre. No significa que quiera seguir trabajando en el mismo sitio cuando todo esto acabe, pero no tengo porqué estresarme. Déjame estar en pijama hasta que me de asco a mí misma.
Después de la discusión me dieron ganas de comer... Usé los dos últimos huevos para hacer un bizcocho...

Día 15 del A.C.:
Hoy fui a hacer la compra. Solo había alcachofas, acelgas y congelados. Obviamente, de estos últimos cogí todos los que pude; mas fruta en lata y palomitas. No me juzgues, prometo que era lo único que había. Vi a una señora que rondaría los setenta comprando compresas; me pregunto qué irá a hacer con ellas. 

Día 22 del A.C.: 
Tengo la sensación de que veo a más gente por la calle. En las noticias dijeron que la policía tenía que cerrar los parques porque la gente iba a tomar el sol. 
Estamos en Semana Santa ya y lo más rimbombante que vamos a hacer para celebrarlo es escuchar a la vecina de la derecha ver la procesión del año pasado. El otro día dijo que iba a hacernos torrijas. A ver si es verdad, porque lo que jor que vamos a comer hoy es sopa de chirivías y alcachofas. Si acaso dejaremos el resto de encurtidos para la noche. 
El vecino de abajo, que es italiano, nos dijo que iba a hacer espaguetis a la putanesca. El de la izquierda le gritó a su mujer que el de abajo iba a comer con una puta fresca... This is Spain. 

Día 30 del A.C.:
Parece que los supermercados están volviendo a la normalidad. Por fin pude hacer la compra tranquila. Ni ansiedad ni tener que vigilar si me roban los huevos del carrito. Oí que el presidente dice de salir de la cuarentena en una semana... Como él se recuperó, ya no hay nadie en peligro, ¿verdad?
PD: la maldita de la vecina no nos dio torrijas, solo dolor de cabeza. 

Día 39 del A.C.:
Qué desastre de día. El presidente no se estaba tirando ningún farol: la cuarentena ha terminado. Así, de golpe; justo cuando decidía empezar cuatro cursos online, tenía mi lista de lectura planeada, me llegaron los libros para aprender italiano y estaba  punto de terminarme el reto de yoga. 
Pero lo peor no fue ir a trabajar y tener que soportar al pedante de mi jefe. Sino que cuando volví, pillé a mi novio masturbándose mientras veía un vídeo de bigpapacookies.com; y créeme, no quieres saber de qué va eso. Le he dado una semana para largarse de aquí. 
Lo único bueno, es que voy a usar los libros de italiano pa' camelarme al de abajo. 

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